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La primera vez que tu hijo usa el ordenador

jueves, 18 de septiembre de 2014

Manos de niños sobre el teclado de ordenador
La primera vez que tu hijo usa el ordenador

Para saber cuándo y cómo será la primera vez de nuestros hijos en algo, a veces puede servirnos de referencia nuestra propia primera vez, como por ejemplo cuando empezamos a hablar. Sin embargo, hay muchas primeras veces de nuestros hijos en las que no podremos usar nuestras propias primeras veces como modelo.

Cuándo usamos nosotros las nuevas tecnologías por primera vez
Así ocurre con la primera vez que usamos un ordenador. Nuestro mundo tecnológico no es nada comparable al de nuestros hijos. En nuestra avanzada vida escolar era cuando empezábamos a usar el ordenador más como una máquina de escribir que otra cosa, para pasar los trabajos escolares a limpio y entregarlos impresos. Quizás para jugar a algún juego de ordenador y poco más. En la adolescencia tuve un amago de aprender a usar MS-DOS que ahora recuerdo como horrible.

Ni qué decir tiene que no fue hasta mi época universitaria cuando tuve mi primera cuenta de correo electrónico que desbancó por completo a las cartas manuscritas, y más tarde, ejerciendo ya como profesional, cuando creé mis primeros perfiles en las redes sociales.

Hay que partir de la premisa de que nuestros hijos no cumplirán esos tiempos ni mucho menos, más que nada porque nosotros nos hemos ido adhiriendo a las tecnologías según han ido proliferando, pero cuando nuestros hijos han nacido, todas esas tecnologías ya estaban aquí, por eso son los llamados nativos digitales y como tales hay que ayudarles a que aprendan a vivir en el mundo en el que han nacido.

En ningún caso debemos pretender que nuestros hijos se adapten a nuestro mundo ni que vivan una infancia con la referencia de la nuestra propia, por muy buena que fuera. En su lugar, debemos ser nosotros los que nos adaptemos a su mundo que es el nuevo en el que les tocará vivir y en él están plenamente instaladas las nuevas tecnologías, nos guste o no. Cada momento y cada época tiene sus ventajas y sus inconvenientes, aprovechemos las ventajas de lo que nos toca vivir. Esto es extensible a todos los ámbitos.

Acompañar a nuestros hijos y animarles en el uso de las nuevas tecnologías
En el artículo que escribí para la Fundación Melior bajo el título Nativos digitales sí, huérfanos digitales no, explico, además de pautas para protegerlos en la red, que no podemos delegar en las nuevas tecnologías el cuidado, la educación y el entretenimiento de nuestros hijos. Somos nosotros los responsables de ello, eso sí, usando las nuevas tecnologías como estupendas herramientas con toda la cantidad de oportunidades y utilidades que nos brindan.

En ningún caso un dispositivo tecnológico y la experimentación virtual deben sustituir a la experiencia real, puesto que es algo irremplazable. Sin embargo, tampoco hay que dar la espalda a la multitud de oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.

La mejor forma de proteger a nuestros hijos en Internet, es que nosotros sepamos movernos y usarlo, que no nos quedemos obsoletos. De esta forma, si nosotros hacemos un uso responsable y sano de las nuevas tecnologías, se lo podremos transmitir a ellos. Pero si por el contrario no sabemos y lo demonizamos, cuando está a la orden del día, perderemos autoridad en este tema. Nuestro hijo no nos buscará como referencia de uso, incluso podrá llegar a ocultarnos sus movimientos en este aspecto porque nosotros "no tenemos ni idea".

Los niños mimetizan todo lo que hacemos sus padres y aunque por un lado me molesta, me hace gracia ver como Bruno se acerca a mi ordenador cuando yo estoy tecleando y empieza a darle a la tecla ;)

Cuándo es el mejor momento para que usen las nuevas tecnologías
Diría casi que desde que son bebés e incluso fetos, pues podemos usar las nuevas tecnologías como fuente de información y de recursos que al final repercuten en el niño. Así ya nos estaremos informando de cuál puede ser el carrito mejor en relación calidad-precio, o bien las ventajas del porteo, cómo paliar los cólicos del lactante, y muchas otras cuestiones. Sin olvidar que gracias a la tecnología digital tendremos millones de fotos de nuestros bebés, y no como yo, que siendo la última tengo cuatro documentos gráficos de mi infancia :( A todos nos gusta ver fotos de pequeños, incluso cuando tenemos tres años nos gusta ver fotos de nosotros de bebés ;)

Cuando ya van creciendo, podemos usar los dispositivos para almacenar todo tipo de contenidos audiovisuales, desde todo el repertorio de Los Cantajuegos hasta un montón de episodios de Peppa Pig por ejemplo. Poco a poco podremos encontrar aplicaciones lúdicas interactivas que están disponibles gratuitamente tanto para iOS como Android y con las que pueden jugar y aprender las formas y colores por ejemplo.

Algún juego de este tipo lo uso de vez en cuando con Bruno (3 años), pero siempre con mi supervisión y compañía, entre otras cosas porque la tablet es mía, ellos no tienen sus propias tablets ni mucho menos, y no quiero que acabe hecha añicos. A él le encanta.

Lo maravilloso de ver cómo se relacionan los niños con los gadgets es que ves que para ellos todo es táctil y no lo conciben de otra manera y es muy divertido cuando tienes algún dispositivo con tecnología más antigua ver como intentan usarlo como los actuales.

Enseñar a los niños a que la tecnología esté a su servicio y no al revés
En casa tenemos dos tablets: una es exclusivamente mía, aunque esporádicamente la comparto con el resto. Hay otra que es de uso familiar, no propiedad de los niños, aunque yo no la suelo usar salvo con ellos, el Padredefamilia sí que la usa. El uso de la tablet lo controlamos nosotros, de la misma manera que controlamos cuándo se enciende la tele.

Me encanta cómo Carmen busca en YouTube tutoriales para hacer pulseras o alguna manualidad o vídeos de bailes modernos. Esto es usar la tecnología para satisfacer sus propios intereses como puede ser la papiroflexia por ejemplo. También ve vídeos de niñas americanas que cuentan en inglés cómo hacen un pastel, con lo cual doble función: además practica el inglés y poco a poco adquiere capacidad crítica sobre los contenidos. Comparte conmigo si un canal de YouTube le parece interesante porque tienen muy buenos tutoriales por ejemplo.

Así Carmen, aunque por supuesto aún no tiene ningún perfil en ninguna red social, está interactuando en las redes sociales. Yo también comparto con ella muchas cosas de las que yo hago en Internet y ella me da su aportación y en ocasiones ideas muy, muy buenas. Las posibilidades de poner la tecnología al servicio de nuestros intereses son inmensas. En casa no somos para nada de la idea de prohibir, en nada ayudará mantener a un niño aislado del mundo tecnológico, sino que lo hará vulnerable ante un mundo en el que no ha aprendido a desenvolverse.

Si de todos modos no te sientes seguro a la hora de proteger a tus hijos en el mundo digital, tenemos la suerte de contar con productos que ofrecen control parental que además se pueden implementar en todos los dispositivos del hogar y con los que se pueden limitar los contenidos que consideremos no adecuados para su edad.

Tener móvil es el rito de paso a la pubertad
En una ocasión oí a alguien comentar que el momento de tener móvil es el rito con el que se da el paso a la pubertad. No pudo estar más acertado en esa expresión, pues el móvil va unido a mayor autonomía y autogestión, son pequeños pasos de ensayos hacia la edad adulta. Suele ocurrir cuando los niños pasan al instituto. Los padres creemos que el que tengan móvil significa que los podremos localizar siempre, pero realmente el que tengan móvil no significa que tengan que estar siempre disponibles para nosotros, aunque nos gustaría. Del mismo modo que nosotros tampoco estamos disponibles indiscriminadamente y a cualquier hora para los demás. En cualquier caso aún no he llegado a esa etapa de la que supongo adquiriré otra perspectiva cuando me toque ;)

Y tus hijos ¿usan las nuevas tecnologías? ¿Te da miedo el que estén desprotegidos en Internet?

Este artículo forma parte de la colección de artículos bajo el título "La Primera Vez".

Cómo poder conversar sin interrupciones

lunes, 14 de julio de 2014

Conversaciones sin interrupciones
Cómo mantener conversaciones sin interrupciones
Desde que soy madre cada vez me resulta más difícil mantener el hilo de una conversación hasta el final y sobre todo sin interrupciones, aunque poco a poco lo estoy consiguiendo. Pero no sólo son los vástagos los que afectan a esta realidad:

Quiero hablar con el Padredefamilia de algo y Carmen quiere que vea el último vídeo de Michael Jackson que ha descubierto en YouTube. Lo veo y le digo que muy bien y que vaya a ducharse. Intento retomar la conversación y entonces es Bruno el que se queja porque no puede abrir la puerta, le ayudo. ¿Por dónde iba? Ahh, ya.

Entonces el Padredefamilia me pregunta si quiero cenar ensalada de tomates con queso o con anchoas y que prepare las basuras para bajarlas. Suena una notificación de Twitter, alguien me ha mencionado, "favoriteo", me voy a los baños a recoger las bolsas de las papeleras y vuelvo a ver si antes de bajar puedo llegar a la mitad de mi mensaje.

Pero no, el grupo de pádel de Whatsapp me recuerda que tengo que reservar la pista para mañana no se me vaya a olvidar (benditos ellos que están pendientes, pues justo en el momento que hay que reservarla tengo demasiadas cuestiones entre manos, o entre palabras). Intercambio un par de frases y entonces es Carmen quien me llama para que le acerque el pijama para ponerse cuando salga de la ducha (le he repetido por activa y por pasiva que se lo prepare ella antes, pero la mayor parte de las veces se le olvida).

Llama la buenaabuela para saber qué tal le fue a Carmen su examen y si Bruno se acuerda de ella y la nombra. Paso el teléfono para que abuela y nietos puedan hablar mientras yo voy organizando las ropas. Terminan su conversación y retomamos dinámica de duchas, cenas, preparar las cosas para el día siguiente y acostarse.

Cuando ya por fin los niños están en la cama y tenemos nuestro ágape listo para hincarle el diente, es el momento de retomar la conversación, pero cuando nos acabamos de sentar oimos a Bruno llorar, el Padredefamilia va a su habitación, se le ha caído el osito al suelo, se lo recoge y vuelve a nuestra cena y conversación a medias.

En este "impasse" me he puesto a consultar los mensajes del grupo de Whatsapp de padres del cole que están comentando sobre cómo tienen que ir vestidos los niños para la fiesta de fin de curso y es que no me había enterado, así que cuando el Padredefamilia vuelve, aprovecha para ver qué se cuece en Facebook. Por fin ambos dos liquidamos todos los hilos de conversación y comunicaciones al margen, pero ya estamos en el final de la jornada y bastante cansados. Terminamos de despachar, seguro que se nos han quedado muchas cosas en el tintero de las que en ese momento ya ni nos acordamos.

Este puede ser un buen ejemplo de varios intentos fallidos de contarnos algo.

Los niños interrumpen y Whatsapp más
Ya Lucía de Baballa escribió un artículo en el que contaba su frenética comunicación vía Whatsapp, por suerte yo aún no he llegado a su nivel. Abrió el debate, pues aún quedan personas que no lo usan ni lo quieren tener. Personalmente yo estoy muy a favor. A mí me ayuda mucho a mantenerme muy en contacto con mis familiares que no los tengo cerca y así saben de los niños, puedo mandar fotos y vídeos, así como recibirlos. Por no decir que me ayuda a no perderme información de cosas que pasan en la clase de Bruno, lo que me viene muy bien porque él, contar, no es que cuente mucho. Además te permite conversar en entornos de silencio como conferencias, reuniones, etc.

Con todo esto tengo un montón de grupos: el grupo de mi familia, la familia del Padredefamilia, los colegas de patines, los de pádel, mis amigas de desayunos, los papás de la clase de Bruno, uno de amigas de Carmen. El Padredefamilia tiene otros tantos, unos en los que coincidimos y otros en los que no (el de los colegas y los de las bicis por ejemplo). Aún así creo que ambos podríamos incluso aumentarlos, ¿qué tal un grupo de madres blogueras por ejemplo? Ah no, que para eso tenemos Twitter que es más universal ;)

Las redes sociales también interrumpen conversaciones
Y es que no sólo es el Whatsapp lo que nos interrumpe, si tienes las redes sociales en el móvil, pues eso también puede cortar constantemente una conversación. Tanto los grupos de Whatsapp como los de Facebook o G+ pueden freírte a mensajes que muchas veces ni te interesaran. Pero si estás en un grupo, es para lo bueno y para lo malo, así que no vale quejarse, aunque te manden mil chistes manidos y repetidos del papelón de la selección española de fútbol en el Mundial, la abdicación del Rey, Letizia, las Infantas y hasta el Príncipe Carlos de Inglaterra por ejemplo.

Aún siendo consciente de todo esto, a mí todo tipo posibilidad de estar más en contacto, me parece beneficioso, el quid de la cuestión está en cómo gestionemos y hagamos uso de esas herramientas que nos "facilitan" la comunicación.

Cómo conseguir terminar una conversación sin interrupciones
En casa estamos aprendiendo a que este tipo de cosas no nos pasen, o al menos eso intentamos y para ello aplicamos una serie de pequeñas pautas.
  1. Lo primero de todo hay que discriminar la conversación importante de la que no lo es, así como la urgencia del mensaje. Puede que tengamos que hablar algo inmediatamente aunque no sea lo más importante del mundo.
  2. Elegir el momento en el que vamos a hablar de algo. Tenemos un tema importante que tratar y quizás el momento de la vorágine de baños, cenas y demás no es el mejor para conversar de nada que no sean vanalidades, ni para intentarlo, así que lo mejor será decir: "tengo que contarte esto, recuérdame que lo hablemos luego" y así emplazaremos la charla para cuando ambos dos estemos con los cinco sentidos en la conversación.
  3. Enseñar a nuestros hijos a no interrumpirnos y viceversa, a no ser que sea estrictamente necesario. Con el pequeño aún no podemos trabajar este aspecto, pero Carmen lo ha asimilado perfectamente. La mejor forma de inculcar algo así es respetándola a ella también en las mismas ocasiones. Es decir, que no la interrumpimos cuando ella está hablando o contando algo, nos respetamos los turnos.

    Del mismo modo le exigimos que lo haga con nosotros y con su hermano también, pues esto no es una cuestión de edad, no se trata de que el mayor tiene más derecho de hablar y es al que no hay que interrumpir. De hecho odio la frase esa de: "Estamos hablando los mayores". Se trata de respetar los turnos de palabra de todos.
  4. Disuadir para que no nos interrumpan. Para reforzar el hecho de que queremos que respeten nuestro momento de conversación, podemos poner un cartel informativo en la puerta que rece la frase: "Por favor, NO interrumpir. Padres intentando conversar". Aquí lo tienes para descargártelo y ponerlo en tu puerta o regalárselo a alguien que creáis que lo pueda necesitar.
  5. Liberarnos de la disponibilidad permanente. Nos hemos acostumbrado a que si suena el teléfono fijo en casa o bien nuestro móvil, siempre hay que contestar. Pues confieso, que yo ya no hago eso y que muchas veces lo veo sonar y no contesto.

    Además he visto quien llamaba, pero si estoy liada no me viene bien hablar con nadie. Así que dejo que el teléfono suene, sigo con lo que tenga entre manos y ya devolveré la llamada en otro momento que me venga mejor y asumiendo que para entonces puede ser que esa persona no pueda hablar, pero ya encontraremos el momento bueno para coincidir.

    Como siempre lo mejor es el punto medio, pues hay personas que no se sabe muy bien para qué tienen teléfono móvil si luego nunca contestan, pero cada cual es libre de hacer lo que quiera.
  6. Silenciar los grupos de Whatsapp. Lo confieso, ya muchas veces silencio estos grupos, y el padre de familia ni os cuento. Y es que hay que reconocer que el pitidito constante de los mensajes y notificaciones puede llegar a desquiciar. Si es algo importante ya me llamarán o me localizarán. Una batería de chistes o gracietas, la puedo consultar y responder en cualquier otro momento, como cuando bajo en el ascensor por ejemplo. Reconozco que a veces, cuando estoy en una reunión con el móvil en silencio y lo oigo vibrar por un mensaje de Whatsapp, caigo en la tentación de mirar el mensaje pero lo hago de forma breve y fugaz para saber qué es y ya contestaré en otro momento.
Aplicar estas pequeñas pautas para conseguir que en la pareja podamos tener la comunicación que deseamos, además es un muy buen entrenamiento para poder tener conversaciones coherentes también cuando estamos fuera de casa y con otras personas. Y vosotros ¿Conseguís tener conversaciones sin interrupciones? ¿Cómo lo hacéis?

Baby Mugging, la última moda en fotos de bebés

sábado, 27 de abril de 2013

Carmen en mi taza de té
Carmen en mi taza de té
Mirad quien se ha zambullido esta mañana en mi taza de té. La última moda en fotos de bebés es el "Baby Mugging". Pero no es exactamente cocinar bebés en tazas. La receta es muy simple.

Ingredientes para babe in a mug:
- Un bebé, también puede ser un niño o incluso una mascota.
- Una taza.
- Una cámara.

Elaboración de babe in a mug:
Fotografiar al bebé, niño, tu pareja, mascota o incluso tú mismo detrás de la taza, así con la magia de la perspectiva parece están dentro de la taza. Y ya tienes esa bebida perfectamente cocinada, ¡buen provecho!

Cómo surgió la iniciativa del baby mugging
Todo empezó cuando Iliana, bloguera neoyorquina del blog Mommy Shorts, tras la tragedia del Maratón de Boston, no sabía sobre qué escribir o publicar. Hablando con amigos le decían "la gente está buscando algo por lo que sonreir hoy" y así se le ocurrió este pequeño juego.

Su propuesta además era que todo el que quisiera se uniera a esta iniciativa y que lo compartiera en la red social Instagram bajo el hashtag #babeinamug o bien lo subiera a su página en Facebook. Al cabo de tres días había cientos de fotos de este tipo participando en el Baby Mugging. Iliana posteó en otro artículo las fotos más originales, divertidas, graciosas y que más le gustaron. Os animo a que les echéis un vistazo porque las hay francamente divertidas y originales, pasaréis un rato entretenido.

También se puede encontrar muchas fotos de este tipo en la red social Twitter, bajo los hashtags #babeinamug o #babemugging.

Como siempre ocurre también hay detractores, Iliana lo contaba en su recapitulación habitual de la semana. Pero la realidad es que esas voces negativas fueron acalladas rápidamente por los fans de Iliana, que ha cogido fuerzas para no parar hasta que todo bebé del globo terraqueo esté fotografiado en cualquier forma bebible.

A mi me ha parecido algo sencillo y divertido y luego pues dentro de la idea está también la creatividad de cada uno. Además me recuerda un poco a algunas de las fotos que hace Anne Geddes a bebés dentro de macetas o tazas. El que no tenga bebé lo puede hacer con su niño, o con su mascota, abuela, pareja o lo que se le ocurra. Yo se lo enseñé a mi hija esta mañana y le propuse hacerlo con ella haciendo el pino para que así pareciera que se zambullía en la taza de cabeza y le pareció divertidísimo.

Carmen en su taza de las Monster High
Carmen en su taza de las Monster High
Se ha fotografiado en mi taza de té y en su taza de las Monster High, como no podía ser de otro modo. Por supuesto su hermano no ha querido ser menos y se ha fotografiado dentro de la taza de la abeja, ante lo cual Carmen no ha podido resistirse a fotografiarse también dentro de la taza de la abejita. Hemos pasado un ratito divertido. ¿Qué más se puede pedir? En nuestro caso, la iniciativa nos ha sacado un par de sonrisas. Y en casa hemos tenido #Carmenmugging ó #Carmeninamug y #Brunomugging o #Brunoinamug ;)

Bruno en la taza de la abeja
Bruno en la taza de la abeja
Carmen en la taza de la abeja
Carmen en la taza de la abeja
¿Os animais a hacer fotografías de este tipo?