El ideal de mujer de una adolescente de los 90

¿Te acuerdas de cuál era tu ideal de mujer? Seguramente no y muy probablemente si tuvieras una redacción sobre lo que pensabas te sorprenderías, o no. Leyendo lo que, con mis 14 años, escribí sobre mi ideal de mujer, se explica la situación en la que estamos las mujeres del siglo XXI.

Seguramente, leas las palabras de aquella niña de 14 años y te chirríen totalmente y no te sientas nada identificada. A mí también me ha pasado. Pero te puedo asegurar que esas ideas no sólo estaban en la cabeza de mi yo de 14 años. Lamentablemente eran las ideas que se inculcaban desde niñas.

Las mujeres del futuro teníamos que saber que nuestra misión para una vida de éxito era trabajar fuera de casa, pero por supuesto sin olvidar el hogar familiar tampoco. Siempre perfectamente vestidas, con un físico y una alimentación cuidada, entregadas en complacer a familia, amigos y por supuesto al amor de nuestra vida también.

En mi escrito detecto el adoctrinamiento social que hemos recibido desde la infancia para que buscáramos ser una supermujer, "Superwoman". Esto no fue una idea que me vino espontáneamente con 14 años, sino una idea que se fue forjando en mi cabeza, en la tuya, y la de las mujeres de nuestra generación desde la más tierna infancia. Ahora aún se sigue aleccionando con pensamientos aparentemente inocuos, aunque de una manera mucho más sutil y sibilina pero igualmente dañina.

Ya por aquella época vislumbraba yo la complicación de la famosa conciliación. Parece hasta premonitorio, pues finalmente tuve que renunciar a trabajar fuera de casa y buscar mi propio plan B.

Te dejo con mi reflexión de los catorce años:

MI IDEAL DE MUJER

Sería una mujer segura de sí misma, con una gran carrera, cultura y conocimientos y con un buen empleo. Su trabajo podría ser abogado, financiera o cualquier otra cosa. Pero sobre todo lo que más le va a mi mujer ideal es una oficina.

Está segura de si misma, lo tiene todo planteado y controla cada minuto del día, ella sabe que no pierde el tiempo, lo emplea adecuadamente.

Físicamente es alta, delgada pero sin kilos de más ni de menos, esbelta, atractiva, cuida su línea con una alimentación sana y equilibrada y para mantenerse en forma, habitualmente va al gimnasio.

Es una mujer activa, nunca se aburre ni está parada, y si lo está, en su interior está continuamente en movimiento, es una mujer que aprovecha su tiempo, cada minuto sabe como emplearlo correctamente. Ella se adapta a todo tipo de circunstancia. Siempre hace algo que merece la pena: escuchar a una amiga, ayudar a alguien...

 

Una mujer que no pasa un día que en su tiempo libre no lea algo, ya que le apasiona la lectura. Suele leer por la noche, sobre todo y más que nada porque es el rato del día más calmado y en el que dispone de tiempo para leer tranquilamente. Claro, que sabe que no debe quedarse leyendo hasta muy tarde, pues al día siguiente debe de estar descansada para poder ejercer con todas sus facultades su trabajo.

A pesar de trabajar las ocho horas diarias rindiendo lo más que puede, el trabajo siempre le pisa los talones hasta casa, porque ella sabe que el trabajo debe estar bien preparado.

No necesita mucho espacio, así que su casa no es muy grande, es un apartamento para una mujer joven y soltera, pero está amueblada de forma sencilla, práctica y cómoda pero con cierta elegancia, buen gusto y un toque femenino y detallista.

Siempre tiene una tarde libre, un par de horas o tres para relajarse y dejar todas sus actividades diarias, pues ella sabe que siempre conviene darle un respiro al cuerpo, quizá va al cine con una amiga o de compras o cualquier otra actividad ociosa.

Sus amigas y ella están estrechamente unidas, saben que la una puede confiar perfectamente en las otras, que siempre pueden contar con su ayuda y que nunca, nunca las defraudará que intentará hacer todo lo posible por ayudarlas.

Su atuendo es sencillo y práctico pero a la vez elegante y que le hace estar atractiva.

Pero lo más importante de todo es que es una persona muy agradable con la que todo el mundo desea encontrarse por la calle cuando va a algún sitio y poder saludarla.

Ella es muy detallista, nunca se le olvidan las fechas importantes y menos el cumpleaños de personas que aprecia, vamos que está en todo.

Es como una mujer de película. Me gustaría conocer a alguien así o mejor aún ser así yo misma cuando ya me haya formado.

Claro la cosa cambiaría cuando se llega al amor y su vida da una vuelta de 180º para la cuál no se ha preparado en ninguna universidad.

Sería estupendo que la sociedad estuviera preparada para poder facilitarle el trabajar media jornada y no tener que dejar definitivamente su trabajo. Pues bien, desde ahí la voy a describir yo.

Primero se tiene que preocupar de ir al trabajo y como siempre con todo un programa porque el ama de casa tiene distintos oficios y lo más importante en una casa es el orden, luego se tiene que preocupar de la comida, hasta ahora no había sido muy difícil porque no se tenía que preocupar de los gustos de la otra persona.

Su pensamiento ahora siempre estaba pendiente de darle satisfacción en toda su medida a su compañero, al igual que éste también la ayuda y satisface en todo lo que puede.

Ahora no era una mujer completamente preparada, ahora vive las circunstancias y tendrá que estar alerta para salir airosa de todas las dificultades que se le presenten.

- FIN -

Desde este rincón quiero luchar, denunciar y reivindicar para que ninguna mujer se tenga que preocupar más de tratar de ser la mujer perfecta ni imitar ningún estereotipo y simplemente disfrute de su propia personalidad única e individual.

Que TODOS estemos integrados en una sociedad plural como miembros de pleno derecho en una igualdad de oportunidades verdadera.

Que el ideal de mujer de la sociedad, y sobre todo de mis hijas, no sea una "Superwoman".

Espero que en un futuro próximo podamos celebrar el Día Internacional de la Mujer como una conmemoración y no como una reivindicación tal y como tenemos que hacer ahora.

(Otro de los escritos de mi yo adolescente: Mi nuevo colegio)
Fotos de mis hijas por Violeta Rodríguez.