Cómo hablar de la muerte con niños

martes, 29 de octubre de 2013

Cómo hablar de la muerte con niños
Cuando estamos en el preciso instante en el que aún viven nuestros padres y ya han nacido nuestros hijos, nos parece que eso va a ser así siempre, es el momento ideal. ¡Ojalá pudiéramos detener el tiempo en ese momento en el que los tenemos a todos! pero la vida sigue. Este verano mis hijos han perdido a uno de sus abuelos y ya hemos abierto el ciclo, el ciclo natural de la vida. Esperemos que aunque ha sido antes de lo deseable, tardemos mucho en cerrarlo. Este post me está costando mucho escribirlo y, sin embargo, a la vez siento que necesito hacerlo como parte de ese proceso de aceptación.

Aceptar que somos mortales
El pasar por una pérdida familiar te hace replantearte el aprovechamiento del tiempo. En el blog Xanela Chic, leí esta reflexión: "no saber el momento en el que vamos a morir nos hace vivir como si fuésemos inmortales". Desde luego que no es así, por lo que más nos vale vivir como mortales conscientes y aprovechar nuestro tiempo al máximo.

La muerte es un tema tabú, al menos en nuestra cultura. No nos gusta hablar de ello, en buena parte porque desde que somos pequeños es un tema que se evita hablar con nosotros y al final incorporamos esa actitud con respecto a ese tema. Paradójicamente, creo que el hablar del ciclo de la vida con naturalidad y aceptarlo nos puede ayudar a vivir mejor aparte de conseguir una madurez con respecto a la nueva dimensión que tenemos de la vida y la muerte.

Halloween, Día de Muertos o de Difuntos son los momentos permitidos para hablar de la muerte
La muerte es una realidad ineludible pues afecta no al 100% de las personas, sino al 100% de los seres vivos y sin embargo sigue siendo un tema tabú del que parece que no podemos hablar. Yo he aprendido que no es más que otra parte de la vida y que está bien el intentar asumirla como algo natural. Eso me ayuda a vivir mejor y, quiero pensar que también estaré más preparada cuando a mí misma me toque afrontar ese momento. Así pues a la pregunta ¿Por qué no hablamos de la muerte a los niños? la contestación sería más bien otra pregunta: ¿Por qué no hablamos de la muerte?

En una fiesta de Halloween
En una fiesta de Halloween
Nos parece que la muerte es sórdida, macabra y detestable y por eso no hablamos de ella en ningún caso, pues es de mal gusto. Los únicos momentos que parece lícito hablar de la muerte son algunas celebraciones como Halloween (1), festividad tradicional americana que trata la muerte como algo lúdico pero al mismo tiempo asociada al miedo y el terror. En México tienen su Día de Muertos y en España y otros lugares el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos. Parece ser que el momento de celebración de estas festividades no es casual, sino que está ligado a la "muerte de la Naturaleza", cuarenta días después del equinoccio de otoño (22 de septiembre).

(1) Apunte de Paparracho sobre Halloween: es una fiesta celta con más de 3000 años de antigüedad. El nombre original es Samhain (gaélico de "fin del verano") y lo llevaron los irlandeses a EEUU con la emigración de principios del siglo XX. En las zonas rurales de Asturias y sobre todo de Galicia (donde se conoce como Samaín), se celebra desde tiempo inmemorial.

Es importante no afrontar la muerte en soledad
Cuando falleció el abuelo de mis hijos, Carmen estaba con sus yayos pasando unas vacaciones en el pueblo. Eso fue una suerte porque fueron unos días estresantes y no sé qué tal hubiéramos podido manejar la situación si hubiera estado aquí, entonces no estábamos preparados, ahora ya sí.

Por su parte, Bruno estaba con nosotros y aunque él no entendía ni entiende de estas cosas, estoy segura de que pudo notar la tensión. Pasó tiempo con amigos que muy amablemente se ocuparon de él esos días.

Una parte muy importante es que las personas que tienes a tu alrededor se impliquen y te acompañen esos días en lo que puedas necesitar. Y a veces, aunque no necesites nada de ellos y ni siquera lo pidas, solamente que estén ahí contigo y no te sientas solo es muy importante. Que nosotros estemos lo mejor posible en esos momentos hará que podamos atender mejor a nuestros hijos.

Cómo decirle a un niño que un ser querido ha muerto
Por suerte para mí, como Carmen no estaba con nosotros, y a ella sí que había que darle una muy buena explicación, tuve tiempo para preparar cómo íbamos a decírselo. Dimos con una muy buena guía sobre el duelo infantil, de descarga gratuita, elaborada por la Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC), una asociación sin ánimo de lucro que, entre otras cosas, cuenta con un servicio gratuito de ayuda al duelo de adultos, niños y adolescentes.

Estuve leyendo esta guía y es totalmente recomendable. Me ayudó mucho y no sólo para enfocarlo para mi hija, sino que aprendí cosas que me sirvieron para mí misma. Es por eso que recomiendo totalmente su lectura a modo de reflexión y aunque no haya fallecido ningún familiar ni persona cercana. Es un relato breve, está todo muy bien explicado y se lee muy rápido.

Muchas veces y de forma espontánea los niños nos preguntan con total inocencia y normalidad sobre la muerte y nosotros incomodados por el tema de conversación lo eludimos. Al final dejan de preguntar porque notan que no nos gusta hablar de ello. Esta guía puede ser una ayuda para tener esos momentos de conversación con tranquilidad y normalidad.

Navegando por internet he encontrado este artículo recopilatorio de cuentos infantiles que explican la muerte y que supongo también pueden ser de utilidad para tratar el tema.
El desarrollo de los niños afecta a cómo entienden la muerte
Una anécdota muy bonita y a la vez graciosa para mí fue el punto de vista tan distinto que tenía un primo de Carmen y mi hija. Hay que valorar que en edades tempranas aún está muy presente la fantasía de los niños en todos los aspectos de su vida. Si aún están en esa fase en la que la magia aún forma parte de su día a día, algo particular de cada niño, eso influirá en cómo perciba el hecho de la muerte. Así pues, el primo de Carmen de nueve años, cuando llegó al tanatorio y estuvo también viendo el cementerio, decía que él quería que lo enterraran para así luego... ¡hacerse zombie!

Sin embargo, mi hija Carmen con siete años tiene una visión totalmente realista y pragmática del momento de la muerte. En días de vacaciones que coincidimos con su yaya, Carmen le sacaba el tema porque quería hablar de lo que ella pensaba y había reflexionado. Me sorprendió la naturalidad con que se planteaba lo que querría para ella, cuestiones que yo no me he atrevido a preguntarme a mí misma. Le decía a su yaya que ella cuando se muriera querría que la incineraran para que así la familia se pueda quedar con las cenizas y tengan algo de la persona querida. Ojalá conserve esa naturalidad libre de prejuicios para pensar sobre las cosas. Yo por mi parte intentaré que así sea.

Si tu hijo te pregunta sobre este tema o te animas a hablar de la muerte con él cuando surja, quizás te interese mi otro artículo Ocho claves para hablar de la muerte con niños.

Y tú ¿hablas de la muerte con tu hijo? ¿Te ha preguntado alguna vez?

#Nosin tus comentarios 14

  1. Hoy hace 17 años que murió mi padre. El abuelo Juan. Ningún nieto le conoció. Espero que llegue el día en que mis peques me pregunten por él y saber explicarles las cosas con naturalidad. Me ha gustado mucho tu post. Un beso!

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    1. En los aniversarios y otras fechas importantes siempre nos acordamos de los seres queridos que ya no están con nosotros. Seguro que sabes transmitirles a tus hijos cómo era tu padre. Me alegro de que te haya gustado. Un achuchón para ti ;)

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  2. Genial Martina. Enhorabuena, y gracias por compartir algo tan personal. Laura P.

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  3. Totalmente de acuerdo contigo, Martina. Cada persona afrontamos el duelo de una manera pero creo que hablar de la muerte ayuda a sobrellevarlo. Te da la oportunidad de desahogarte y despierta recuerdos que querrás conservar siempre. Es un acierto que hables de la muerte a tus hijos con total naturalidad. les estás enseñando a gestionar sus emociones y eso les servirá mucho en el futuro. Un beso. Pilar Ruiz.

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    1. Gracias Pilar,
      Por haber leído el artículo y pasarte por aquí a comentar cómo lo ves tú.
      Un abrazo fuerte!!!

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  4. Vaya... siento que estéis pasando por todo esto. Muy interesante el artículo y muy útiles los links que nos pasas. Gracias! Difícil prepararse para algo así, pero hay que hacerlo!! un besos fuerte

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    1. Gracias Diana. La verdad es que ya está bastante asimilado y como tenía toda esta información que sí que me parecía muy útil, la he querido compartir por si servía a alguien.
      Un abrazo!!!

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  5. Muy bonito el artículo, Martina. Yo no tengo nenes, ya sabes, pero me gusta mucho cómo has afrontado el tema con tus hijos y la madurez emocional que les estás inculcando. Como te comenté, a mí un libro que también me gustó mucho sobre la muerte es el de "La rueda de la vida", de Elisabeth Kübler-Ross. Si bien la segunda parte es algo esotérica, la primera parte del libro vale mucho la pena porque trata de todos esos tabúes y prejuicios que tenemos frente a la muerte, los adultos mayoritariamente, y muchas veces colectivos como médicos o enfermeros, que deberían estar especialmente preparados para ello. En fin, plas, plas, sigue así ;)

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  6. Muchas gracias Laura, me alegro de que te haya gustado. Intento mejorar la inteligencia emocional, primero la mía para luego trasmitírsela a mis hijos, se vive mejor ;) Tomo nota del libro que me comentas.
    Un abrazo fuerte amiga!!!

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  7. Excelentísima entrada, Martina. Me ha gustado muchísimo el enfoque y también los 8 puntos que comentas.

    El guaje sólo ha pasado de momento por la experiencia de la pérdida de la única bisabuela a la que conoció en vida y de nuestro perro. Ocurrieron ambas con un mes de diferencia y él tenía apenas dos años cumplidos hacía poco. Era demasiado pequeño para pensar en nada trascendental así que intentamos mantener vivo el recuerdo a través de fotos. Pregunta mucho por el perro cada vez que pasa por un parque y eso que le hemos explicado la irreversibilidad del hecho, pero claro, es aún muy pequeñín.

    Únicamente añadiría un pequeño matiz a la entrada. Halloween no es una fiesta tradicional americana sino una fiesta celta con más de 3000 años de antigüedad. El nombre original es Samhain (gaélico de "fin del verano") y lo llevaron los irlandeses a EEUU con la emigración de principios del siglo XX. En las zonas rurales de Asturias y sobre todo de Galicia (donde se conoce como Samaín), se celebra desde tiempo inmemorial.

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    1. Nacho, me alegro de que te haya gustado el artículo y siendo así quizás también te interese la guía que menciono que de verdad es buenísima.

      Me acuerdo de lo de tu abuela y tu perro, sin duda unas pérdidas importantes, pero es muy bonito cómo mantenéis su recuerdo.

      He añadido tu puntualización, muchas gracias ;)

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  8. Buff, qué tema tan duro!! Y qué fácil parece tal y como lo cuentas.
    La verdad es que muchas veces los adultos lo complicamos más de lo que debiéramos.
    Realmente muy útil tu post.
    Muchos besos!!

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  9. Puede que no sea un tema bonito y agradable, pero sí que es importante. Totalmente de acuerdo con que los adultos complicamos las cosas más de la cuenta, pero con esto y con muchas otras cosas.

    Me alegro de que te sea de utilidad. Muchas gracias!!!

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